Martha heredó la granja de sus padres. Desde pequeña los ayudó en la finca y sabe qué hacer. Cuando papá y mamá se hicieron mayores y se jubilaron, la niña tomó las riendas con valentía en manos de soja y decidió cambiar un poco la política. La demanda de productos orgánicos que se cultivan en condiciones naturales sin el uso de pesticidas y otros venenos ha aumentado significativamente en el mundo. Es más difícil que trabajar con un conjunto de reglas familiares, pero vale la pena comenzar. El trabajo ha aumentado, pero hay una escasez constante de trabajadores. Puedes trabajar un poco en la granja de Martha si visitas Marthas Farm. Completa las tareas asignadas, no es difícil, pero divertido.