Amanda y Kimberly están dotadas de una misión especial, son los guardianes del Templo de Piedra. Hay un lugar en la tierra que la gente desconoce, nadie sabe cómo llegar allí, y esto es necesario para que ninguno de los motivos egoístas pueda dañar a la humanidad. En el medio del campo hay varios pilares de piedra que delinean un portal invisible entre los mundos. No debe cruzarse en ninguna dirección, de lo contrario se alterará el equilibrio y se producirá el apocalipsis. Los guardias vigilan atentamente el cumplimiento de las condiciones del antiguo tratado. Regularmente dan vueltas y verifican la presencia de varios objetos en sus lugares. Si se mueven, deben ser devueltos a su lugar en los Guardianes del Templo de Piedra.