Cada niña sueña con ver en su dedo un anillo e incluso no necesariamente un compromiso, pero debe ser usado por un ser querido. Pero ponerle un anillo no se trata de eso. En él practicarás no en organizar una velada romántica, sino con destreza. No habrá bellezas ni hombres guapos, solo dos manos. Uno está en un estado inmóvil, empujando con gracia hacia atrás su dedo, para que el anillo se ajuste cómodamente en el objetivo. Su tarea es sostener su mano con el anillo usando la flecha, indicando la dirección. En el camino puede haber varios obstáculos, necesitan ser eludidos, cambiando rápida y hábilmente la dirección. Si no tiene éxito la primera vez, intente corregir la situación. En el modo de repetición, verá todos sus torpes intentos.