En nuestro tiempo, para ser un maestro bueno y paciente es muy difícil. Incluso los profesores más pacíficas a veces pasan los nervios del frenesí de los niños. Cada estudiante quiere destacar y actuar raro, puede levantarse a empezar a gritar o lo que - es una tontería para asegurarles el profesor tiene que golpear el puntero. Sea prudente y justa, cálmate ese niño que llora y violar la disciplina.