Los niños son a menudo innecesariamente miedo a la oscuridad. Todo por culpa de su imaginación. Por lo tanto, bajo la cama, en el armario y la ventana siempre hay alguien susurrando e inquietante. Sin embargo, esto no es una razón para despertar en la noche el papá o la mamá con la esperanza de que van a ayudar. Sus temores tienen que hacer frente a sí mismo. Vea el video de cómo no se debe actuar en una situación así.