El conejito estaba despreocupado, saltaba felizmente por el bosque, sin pensar que lo podrían atrapar, pero un día sucedió en Trapped Hare Tales. Como siempre, temprano en la mañana salió a buscar algo para comer y galopó por el camino trillado. Fue allí donde el cazador tendió la trampa, sabiendo la ruta de la liebre, y terminó en una jaula. El pobre no esperaba esto en absoluto; no se consideraba una presa especial. Sentado en la jaula, se dio cuenta de que estaba equivocado y se estaba preparando para lo peor. Sin embargo, el prisionero puede salvarse si retomas el caso en Trapped Hare Tales.