Resulta que la pared no es un obstáculo si puedes encontrar un punto débil en ella. Un ejemplo de esto es el juego Coloured Wall, en el que atraviesas un sinfín de paredes con una pelota. Cada uno consta de fragmentos multicolores y la bola cambia constantemente de color. Al acercarse a un obstáculo, busque un área que coincida con el color actual de la pelota y sumérjase en ella, los mismos colores no se convertirán en un obstáculo. Solo se necesita una respuesta rápida. Dirigir la pelota al lugar correcto en la pared coloreada.