El laberinto en blanco y negro no parece tan atractivo y tienes la oportunidad de volver a pintarlo en colores más brillantes y atractivos. La pintura se realizará mediante un cubo tridimensional relleno de pintura. Lo moverás por el laberinto y dejará tras él un rastro de colores brillantes. Todo parece simple, pero tenga en cuenta que el cubo se mueve solo en línea recta y se detendrá cuando golpee la pared. El juego no tiene reglas muy estrictas. Puedes caminar fácilmente por los lugares donde ya se ha pintado, esto no es punible. Lo principal es que no quedan más baldosas blancas en el campo. Hay muchos niveles y con cada uno de los siguientes se vuelven más difíciles. Es fácil quedarse perplejo, así que calcule la ruta del cubo con anticipación en la diapositiva de colores.