Un conejito llamado Hamlet decidió dar un paseo, sintiéndose independiente. Mamá le dijo que era peligroso alejarse del visón, pero él no escuchó al conejo. Le pareció que el sol brillante, la hierba verde, el alegre canto de los pájaros no era un buen augurio. Habiendo galopado por el sendero, dejó el bosque y vio un pueblo, un granero, un tractor y una línea de gatos en la cerca. El héroe se volvió curioso y se acercó. Fue entonces cuando el astuto granjero lo atrapó. Ahora el pobre se sienta bajo llave, y necesitas ayudarlo en Little Hamlet Escape, porque su madre gritó todos sus ojos.