En una era de atascos de tráfico global, es hora de pensar en una forma alternativa de viajar. El cielo es relativamente libre, especialmente a bajas altitudes. Tradicionalmente, puede moverse sobre ruedas, pero cuando un automóvil se derrumba y todas las carreteras se vuelven intransitables, se activa un mecanismo especial y la máquina tiene alas enormes.