Tendrás un viaje difícil con una pelota esponjosa en el juego Furry, the Ball. El héroe y su pequeño amigo, que sabe volar, se embarcan en un mundo infinito de plataformas. El viajero no debe caer en los huecos vacíos entre las plataformas y en ningún caso debe ser empalado en las bolas espinosas que caerán en las vías y colgarán en el aire. Es necesario no solo correr, sino también saltar con precaución.