Todos los conejos les gusta comer la col y las zanahorias, y aún más placer que aporta - el robo de estos productos con jardines extraños. Un día, el conejo decidió ir al pueblo de al lado y robar las zanahorias en sus jardines. Estaba muy impresionado con la forma de las casas de esta localidad. Todas las casas parecen como un huevo. Decidió ver cómo las casas se ven como en el interior, y sin querer cerraron la puerta tras de sí. Salvar al conejito.