Cada mañana mi madre-unidad se despierta con la esperanza de que su chico rebelde entra en razón y ya no residentes preocupados Monstlenda. Pero cada vez que sus esperanzas no están justificadas, ya que la calle puede oír los gritos de los vecinos indignados, que ya han despertado bloques pequeños monstruos. Juega un poco con él.