Era una vez en el antiguo barrio de París cafetería más antigua, donde cada día es una nueva sirvió pastel. Y continuó siempre y cuando él estaba vivo el antiguo cocinero de edad, que tenía el gusto estético impecable y excelente imaginación. Desde entonces, nadie en la decoración no es superada, pero el cocinero era un secreto que le dirá: es necesario para decorar el hecho de que ella amaba.