Los vaqueros infelices cuelgan de cuerdas y no parecen tan valientes como solían ser. Te piden que les ayudes, un poco más y los pobres entregarán su alma a Dios. Debes actuar con rapidez y destreza, porque solo hay un arco y el número de flechas es limitado. Dispara con precisión a la cuerda, no al ahorcado, de lo contrario le infligirás más sufrimiento. Sobre las cabezas de los vaqueros está la barra de vida, si llega a la marca roja, ya no lo salvarás. Ya conoces las reglas, recorre los niveles, en cada horca subsiguiente hay más y están ubicadas en los lugares más inconvenientes. Utilice todos los métodos. Para llegar a ellos.