La rana gorda nadó un poco entre los nenúfares y decidió que era hora de comer. Sobre su cabeza vuelan mosquitos apetitosos, pero el sapo no va a correr y saltar tras ellos. ¿Por qué molestarse si hay una lengua larga con un extremo bifurcado pegajoso? Es suficiente para tocar y el insecto se quedará para siempre. Su tarea es dar al lenguaje la dirección correcta para no perderse. Si ves un matamoscas, tómalo rápidamente, destruirá todos los mosquitos una vez en el campo. Casi también, los abejorros gruesos funcionarán, solo usando explosiones. Durante un tiempo determinado, obtenga un máximo de puntos.